En términos muy simples, el Aprendizaje Centrado en el Alumno es una metodología que se enfoca en los alumnos y en sus necesidades individuales. Se coloca al alumno en el centro del proceso de aprendizaje y se le da voz, por ejemplo; para elegir lo que quiere estudiar, cómo y porqué. Los alumnos toman un rol activo y distinto al de un enfoque tradicional, que está centrado en el profesor, y en el que el alumno toma un rol pasivo en general. En el Aprendizaje Centrado en el Alumno, el docente toma el rol de facilitador y guía, lo que le permite conocer mejor a sus alumnos y construir relaciones más fuertes con ellos. Así, los alumnos se sienten cómodos y seguros para tomar riesgos, hacer preguntas, equivocarse y ser creativos sin que sean ridiculizados o castigados por ello.
Algunos elementos esenciales para que esta metodología funcione son:
En principio, es más probable que los alumnos se mantengan motivados si están en el centro del proceso de aprendizaje. Esto es porque estarán más interesados en el tema e involucrados en el proceso de aprender. No olvidemos que los alumnos con frecuencia tienen éxito cuando aprenden cosas que les importan.
Adicionalmente, en el Aprendizaje Centrado en el Alumno, los alumnos sienten que se les trata como individuos, con ideas y opiniones propias, que son incorporadas a las clases porque son importantes. El Aprendizaje Centrado en el Alumno le da al estudiante la fuerza y la confianza de levantarse y expresar lo que piensa. Le muestra que su voz es valiosa.
En el Aprendizaje Centrado en el Alumno, los alumnos constantemente deben resolver problemas de manera activa. Esto los lleva a desarrollar sus habilidades de pensamiento crítico, que después utilizarán en su vida diaria. El Aprendizaje Centrado en el Alumno les ayudará a estar mejor preparados para el mundo real. El ACA desafía las creencias acerca del aprendizaje que tienen los estudiantes, ya que promueve la reflexión sobre lo que están aprendiendo y cómo lo están aprendiendo.
Finalmente, los alumnos llegan a desarrollar una relación más fuerte y profunda con sus profesores y también crece su gusto por aprender. Se convierte en una actividad que disfrutan y que probablemente busquen continuar el resto de sus vidas.
Los maestros necesitan estar dispuestos a cambiar su estilo de liderazgo de directivo a consultivo. Necesitan confiar en sus alumnos y aumentar la cantidad de actividades guiadas por alumnos en sus clases. Puede parecer que el maestro toma un rol menos importante en el ACA pero en realidad, su rol es esencial para el éxito de esta metodología. La enseñanza centrada en el alumno incluye instrucción explícita de habilidades. Los maestros enseñan a los alumnos cómo pensar, cómo resolver problemas, analizar argumentos y muchas otras habilidades relevantes para cualquier disciplina.
Los docentes son expertos y fuentes clave de conocimiento a las que los alumnos tienen acceso en el ACA. También proveen estructura y guía a sus alumnos. En el ACA, se tiene el objetivo de activar el conocimiento previo del estudiante, conectarlo con sus experiencias y adaptarse a sus necesidades. Sólo los maestros saben cómo ayudar a sus alumnos a hacer eso.
Crear un ambiente de aprendizaje centrado en el alumno puede ser maravilloso para los maestros. Cuando el docente se da la oportunidad de dar un paso atrás y permite que los alumnos tomen control de su aprendizaje, será gratamente sorprendido por el desarrollo de habilidades que observará en sus estudiantes. Este es un enfoque que puede beneficiar a todos los involucrados y nos puede permitir dar el siguiente paso en la evolución de nuestros paradigmas sobre el aprendizaje y la educación.
¿Has intentado hacer el cambio de enfoque y centrar el aprendizaje en el alumno? ¿Cuál ha sido tu experiencia? ¡Platícanos! #RichmondSolution #Let’sBlog #ComunidadRichmondSolution #AprendizajeCentradoenelAlumno
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